Destellos de cómo empezó todo
Hola, a ti que me estás leyendo.
Puede que seas mi profe de máster, o algún compañero fisgón, o que hayas llegado aquí por casualidad, o qué sé yo.
Bienvenido a mi blog.
(si eres mi profe espero que este sitio te parezca genial y maravilloso y que no seas muy duro conmigo, guiño guiño)
Voy a contaros un par de historias para que entendáis un poco mejor el porqué de todo esto.
La primera transcurre en una clase abarrotada de estudiantes de primero de arquitectura. Mi profesor nos explicaba la importancia del dibujo como herramienta de pensamiento. De cómo la mano es generalmente más rápida que la propia cabeza y la ventaja que ésto supone para el diseño. El dibujo estructurando el pensamiento, no al revés.
Miré a mi mano izquierda sosteniendo el portaminas y le dije "¡Hey! Vamos a hacer cosas bonitas, ayúdame a pensar." Y bueno, juntas lo que hemos hecho han sido un montón de pifiadas, aunque alguna sí que ha sido bonita.
Quizá ahora, de tanto dibujar en un ordenador, mi mano izquierda ya no es la que era y mi cabeza la haya superado en esto del pensamiento gráfico, pero os aseguro que sigue siendo la más rápida del oeste cuando se trata de jugar al buscaminas. Maldita mano entregada al vicio.
La segunda historia, ocurre una noche después de cenar en casa de unos amigos en Madrid. Habíamos decidido jugar a un juego de cartas al que muchos no habían jugado nunca. Así que me tocó hacer de profesora improvisada y explicarles, carta por carta, la dinámica del juego. No fue difícil, había jugado mil veces antes y me sabía la mecánica de memoria. Tampoco debí hacerlo mal, porque durante la partida que siguió no hubo apenas dudas y todos en general se divirtieron.
Aunque el momento transcendental vino antes, cuando la compañera de piso de mi amigo salió de su habitación y me vino a decir, más o menos: "Te he estado escuchando desde mi cuarto y has explicado tan bien el juego, que aunque no he visto ninguna carta, creo que podría jugar con vosotros sin problemas. ¿Te has planteado meterte a profe?
Y bueno, alguna vez lo había pensado, pero aquel comentario supuso un empujoncito más.
Y aquí estoy ahora, volviendo a estudiar, reconduciendo mi vida, "para meterme a profe". A profe de dibujo, claro.
Puede que seas mi profe de máster, o algún compañero fisgón, o que hayas llegado aquí por casualidad, o qué sé yo.
Bienvenido a mi blog.
(si eres mi profe espero que este sitio te parezca genial y maravilloso y que no seas muy duro conmigo, guiño guiño)
Voy a contaros un par de historias para que entendáis un poco mejor el porqué de todo esto.
La primera transcurre en una clase abarrotada de estudiantes de primero de arquitectura. Mi profesor nos explicaba la importancia del dibujo como herramienta de pensamiento. De cómo la mano es generalmente más rápida que la propia cabeza y la ventaja que ésto supone para el diseño. El dibujo estructurando el pensamiento, no al revés.
Miré a mi mano izquierda sosteniendo el portaminas y le dije "¡Hey! Vamos a hacer cosas bonitas, ayúdame a pensar." Y bueno, juntas lo que hemos hecho han sido un montón de pifiadas, aunque alguna sí que ha sido bonita.
![]() |
Manos dibujando, Álvaro Siza. Fuente: https://almale.blogia.com/2005/082007-siza.php |
Quizá ahora, de tanto dibujar en un ordenador, mi mano izquierda ya no es la que era y mi cabeza la haya superado en esto del pensamiento gráfico, pero os aseguro que sigue siendo la más rápida del oeste cuando se trata de jugar al buscaminas. Maldita mano entregada al vicio.
La segunda historia, ocurre una noche después de cenar en casa de unos amigos en Madrid. Habíamos decidido jugar a un juego de cartas al que muchos no habían jugado nunca. Así que me tocó hacer de profesora improvisada y explicarles, carta por carta, la dinámica del juego. No fue difícil, había jugado mil veces antes y me sabía la mecánica de memoria. Tampoco debí hacerlo mal, porque durante la partida que siguió no hubo apenas dudas y todos en general se divirtieron.
Aunque el momento transcendental vino antes, cuando la compañera de piso de mi amigo salió de su habitación y me vino a decir, más o menos: "Te he estado escuchando desde mi cuarto y has explicado tan bien el juego, que aunque no he visto ninguna carta, creo que podría jugar con vosotros sin problemas. ¿Te has planteado meterte a profe?
Y bueno, alguna vez lo había pensado, pero aquel comentario supuso un empujoncito más.
Y aquí estoy ahora, volviendo a estudiar, reconduciendo mi vida, "para meterme a profe". A profe de dibujo, claro.
Bienvenida a esta nueva aventura. Espero que recuperes "tu mano" y disfrutes el curso, cosa que, creo, has empezado a hacer ;)
ResponderEliminarUn saludo
JJ